La visión que
aportan las distintas culturas a la arquitectura mundial se vuelve importante,
lejos de los credos y las razas, mirar las edificaciones que distintas
creencias han forjado y que se han mantenido de pie con el andar de los años
son un aliciente para quienes disfrutamos de este lindo arte de crear algo
grandioso de la nada.
Así, con ese
aire excepcional desde el punto de vista arquitectónico nació la Alhambra en la
ciudad de Granada, una pieza levantada por la cultura musulmana con materiales
propios de sus creencias como la arcilla ferruginosa presente en el terreno.
Esta “ciudad”
amurallada fue el último rastro de la presencia musulmana en la España
renacentista, encargada por los monarcas nazaríes más importantes de la época,
y que fue sede del sultán, un palacio árabe dentro de la ciudad de Granada.
Es importante
mencionar que de acuerdo a las costumbres, la obra arquitectónica no puede
decorarse con representaciones humanas y de animales, por ello los trazos finos
en la obra se aprecian más, con una decoración geométrica con caligrafía árabe.
La
Alhambra está construida sobre una colina rojiza que sirvió como refugio a
los musulmanes que atravesaban el país en busca de refugio. Los patios y las
habitaciones se enlazan de forma que puede apreciarse la conexión de cada
espacio. El rey Carlos V, la nombraría como su casa real y declarada posteriormente
monumento de excelencia nacional.
Abraham
Cababie Daniel
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