En el parque nacional forestal de Zhangjiajie, en China, Patrimonio
Natural Mundial desde 1992, se localiza el puente peatonal más largo y alto del
planeta construido con piso de cristal. Hablo del Zhangjiajie Gran Canyon Glass
Bridge (con traducción al español como Puente de Cristal del Gran Cañón de Zhangjiajie).
Se trata de una estructura que une los acantilados más distantes de
la montaña Tianmen, mide 430 metros de largo por seis de ancho —de los cuales
375 son colgantes— y se ubica a 300 metros de altura.
Fue diseñado por el arquitecto israelí Haim Dotan, quien al inicio rechazó
el proyecto pues le parecía que el lugar perdería su belleza con esta obra.
Después, reconsiderando su decisión, pensó en construir un puente que «pudiera
desaparecer en el cielo» entre el monumental paisaje de ese vasto paisaje escarpado.
De ahí la idea de fabricarlo de color blanco, con 99 paneles
constituidos por tres capas de cristal que miden seis metros de ancho, poseen
24 milímetros de grosor y el resultado es que sean 25 veces más fuertes que el
vidrio convencional.
Cuenta con dos vigas laterales de acero y cables de alta
suspensión, marco de acero que lo sostiene y encierra a sus transeúntes para
que, en caso de que un cristal se llegara a romper, los viajeros no caigan a
través de él, pues su seguridad está más que comprobada ya que los
constructores golpearon los vidrios con diversos mazos sin daño alguno, y
aunque está diseñado solamente para peatones, subieron un automóvil con cinco
personas sin que hubiera mella alguna.
La obra costó 3,400 millones de dólares, tiene capacidad para que
800 personas lo recorran al mismo tiempo, fue pensado como
una pasarela de modelaje y desde él se puede realizar puenting, o más comúnmente conocido como bungee, donde una cuerda elástica se ata al tobillo de una persona
con la intención de arrojarse al vacío desde una altura considerable sin sufrir
daño alguno.
Como dato curioso puedo agregar que las vistas de este bosque
subtropical, que contiene tres mil columnas pétreas en forma de pico, sirvieron
de inspiración así como de locaciones al cineasta James Cameron para crear los
paisajes de su famosa película Avatar
(2009), donde hay montañas que flotan entre las nubes, tal y como el creador
del puente de Zhangjiajie quiso que ocurriera con su puente en la vida real.
Abraham Cababie Daniel
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